miércoles, 2 de noviembre de 2011
500 palabras de SONIA ALCARAZ MÁRQUEZ
500 palabras de Guillermo Gómez García
martes, 1 de noviembre de 2011
500 PALABRAS DE NOELIA:
Y pensar que, una sola pregunta, siete palabras, pueden llegar a tantos quebraderos de cabeza….cuando leí esta pregunta por primera vez, pensaba que podría responderla sin más….pero ahora, me doy cuenta que no; nada es tan fácil como parece.
Esta pregunta es compleja, encierra una historia, un pasado, enfrentamientos políticos y sociales, críticas, un presente y un futuro, que creo que es lo más importante, porque el pasado, pasado está, pero, y ¿el futuro?
Cuando pienso en educación, la primera palabra que me viene a la mente es NIÑO. Pero, cuando se habla de educación, cuando “peleamos por la educación” realmente ¿se piensa en ellos? Ó ¿en nosotros mismos?
Para mí, el propósito de la educación, son los niños, niños que empiezan con ilusión o llanto el primer día de guardería, de colegio, que ríen y enfadan en el recreo, aquellos a los que, se les iluminan los ojos cuando escuchan las explicaciones de su maestro o maestra, esos niños que te hacen ver el mundo de otra manera, que te hacen soñar, y descubrir nuevas sensaciones. Porque no solo el niño aprende, descubre, tropieza…no, creo que ellos también nos hacen aprender a nosotros, a ver nuestros errores, y lo más importante, a intentar ser, cada día, mejores personas.
Porque el propósito de la educación es construir, pasito a pasito, un futuro mejor para tu hijo o hija, hermano o hermana, nieto o nieta (…), sin pensar en el color de su piel, sexo, religión o discapacidad. Ésta es la misión de la educación, y nada de misión imposible, no hay nada imposible, porque en la educación CONTAMOS TODOS… no solo la “seño”, el “profe”, también tú y yo.
Es hora de ponernos “manos a la obra”. La educación no es un terreno de juego donde cada partido político se pasa el balón para ver quien marca primero. ¡Basta ya! La educación necesita que miremos por ella, que la ayudemos, que la comprendamos, que busquemos innovación y progreso.
Limpiemos y creemos una nueva imagen pública de la enseñanza, de la educación. Al pie de calle siempre encuentras algo negativo, algo que baja la moral. Que si fracaso escolar, conflictos y más y más problemas.
Seamos realistas, todos queremos que “nuestros niños” tengan una buena educación, ligada al respeto, compañerismo, un buen expediente académico y un futuro. Y aunque los docentes pongan todo lo que este a su alcance y más, necesitan que la sociedad ponga su granito de arena.
Quizás sea soñar demasiado, o imaginar un futuro difícil de alcanzar, pero si a mí se unen otros soñadores, ¿quien dice que no se pueda conseguir?
Aquí quedan mis ideas sobre el propósito de la educación, al principio dije que no era nada fácil responder a esta cuestión, pero si te pones a pensar de verdad, lo que quieres expresar sale sin más.
¡Un saludo a todos!
500 Palabras de FRANCISCO JAVIER PEREZ MORENO
¿CUÁL ES EL PROPÓSITO DE LA EDUCACIÓN?
Para empezar voy a plantear unas cuestiones que nos pueden ayudar a reflexionar sobre los diferentes propósitos de la educación: ¿qué es educación?, ¿es lo mismo ser educado que tener educación?, ¿quién debe educar a los niños?, ¿cómo deben ser educados?, ¿con qué finalidad?. Todas estas preguntas, que en un principio pueden tener una respuesta sencilla se pueden ir complicando según a quién se les pregunte. En definitiva, a partir de estas preguntas voy a intentar formar los pilares de mi respuesta.
Para empezar a educar y saber cuál es el propósito de la educación debemos tener claro un aspecto: la educación no es trabajo de una sola persona, sino que la educación de un niño debe ser compartida por padres, familiares, profesores y todas las personas que le rodean en el día a día de sus vidas, ya que el niño va creciendo en un sociedad en la que tendrá que respetar unas normas y en la que tendrá que aprender a valorarse dentro de ella.
Podríamos decir que el propósito de la educación es enseñar a los niños a desenvolverse en la sociedad donde se desarrollan y adentrarlos en algo tan sencillo y a la vez tan complicado como es la vida; por otro lado, es ayudarles a conocerse como personas e intentar que sepan decidir sobre cuáles son sus metas y cómo conseguirlas; ayudarles a descubrir mediante sus inquietudes y sus experiencias el mundo que les rodea y sobre todo, conseguir que sean niños autosuficientes, que no se dejen llevar por las ideas consumistas de la sociedad ni por lo que digan los políticos o sus compañeros, sino que tengan un espíritu crítico sobre lo que ven y lo que oyen, para que esto les ayude a tomar sus propias decisiones y posicionarse de una parte u otra, o mejor aún, saber crear su propio punto de vista.
Una vez definido el propósito de la educación, se nos plantea una duda importante: ¿cómo podríamos llegar a conseguir todo esto que queda tan bonito sobre el papel pero que es tan difícil de poner en práctica en el aula?. Pues de este pensamiento surge mi opinión sobre el objetivo de la educación, que es que el niño disfrute aprendiendo, que utilice sus opiniones y sus criterios a la hora de descubrir lo que le rodea y que a la vez tenga esa iniciativa de decir lo que piensa , que indague, que se equivoque y ello le haga recapacitar sobre el porqué de ese error, que comparta con sus compañeros todo este proceso de aprendizaje y con ello aprenda a escuchar y respetar las opiniones y los errores de sus compañeros y los utilice para su propio descubrimiento, pero siempre respetando su inocencia como niño.
En definitiva, mediante todo este proceso podemos decir que tiene lugar el desarrollo de la enseñanza-aprendizaje. Nadie dijo que la educación fuera una tarea fácil ni para el que enseña ni para el que recibe las enseñanzas, pero el camino está lleno de experiencias y personas enriquecedoras y por mucho que pensemos que ya hemos aprendido, siempre habrá lugar para algo más.